Sevillanas:

Antiguamente llamadas seguidillas sevillanas, son una música y danza típicas de Andalucía sobre todo en Sevilla, Huelva y Cádiz, en el sur de España, bailado en parejas y de carácter festivo.

A todo el mundo se le suelen ir las palmas al escucharla y son muchos los que se arrancan a bailar. Pero ¿Cómo se baila realmente una sevillana?

Pues bien, nos podemos encontrar diferentes tipos:

EL ABRAZAFAROLAS, la típica persona que lo único que sabe hacer es agarrarse a la cintura de su acompañante.

EL PATAITAS, su especialidad es pegar patadas y da más que un profesor de Taekwondo.

EL DE UNA NA MÁS Y YA ESTÁ, que o solo se sabe una o te dice eso para luego engancharte con las demás.

EL DE LA COPA EN LA MANO, que no suelta la copa ni a tiros, vamos, así le saque María del Monte a bailarla.

EL MAESTRILLO, que te suelta: ¿Qué no sabes bailar? Po ven pacá’ miarma, que yo te enseño.

EL VIOLINISTA, con el que tienes que bailar porque tu amiga está bailando con el tío que le gusta, y a ti pues no te ha quedado más remedio que bailar con el colega.

“Y no falla niño, encima de feo, baila mal”.

EL POSTURITAS, que se cree que está toreando en la Maestranza.

EL KAMIKAZE. Este no ha “bailao” una sevillana en su puñetera vida y ahí va el tío, ¡a lo que salga!

Y por último: EL FATIGUITA, que dice no saber bailar sevillanas, pero lleva preparándose seis meses. Y así lo hace, ¡que parece el mismísimo Farruquito!